Llevo 10 años vistiendo niños Dios, como una actividad que empecé gracias a mi mamá, lo que hace que este sea un proyecto muy personal para mí. Con apoyo de mi marido también restauro imágenes religiosas de yeso o resina durante todo el año, algo que ha sido un gran proceso de aprendizaje. Le pongo muchas ganas y entusiasmo a vestir y restaurar niños Dios porque creo que siempre hay que tenerlos guapos, con muchos encajes, telas brillosas, de estambre y accesorios como sillitas y cunas. Siempre estoy lista para esta tradición, que va de diciembre al 02 de febrero.